domingo, 26 de diciembre de 2010

Sol, lluvia y finalmente... tormenta

¿Quién decide cuando algo empieza o cuando algo acaba? .. Es penoso que nadie pueda controlar una cosa tan simple, porque aunque nosotros lo decidamos con palabras lo que sentimos no se acaba en ese mismo momento.
La rabia, la ira y el odio hace que hagamos y digamos cosas que no sentimos y otras que estabamos deseando decir, pero lo que realmente vale es lo que decimos cuando nos sentimos completos y agusto con la situación y el momento, lástima que no perdure siempre.
Pueden acusarme de lo que sea, pues imperfecta soy, pero nunca diría nada sin sentirlo y nunca estaría con alguien si no lo sintiera, por eso debe quedarte claro al leer esto... que siento el daño causado pero  ¿Quién decide cuando algo empieza o cuando algo acaba?

Me siento atrapada, me ahogo en mis propios sentimientos e intento respirar en un intento fallido de no contaminarme con más ira. Algo se me fue de las manos en el momento que parecía estar todo solucionado, la lluvia que comenzaba a amainar ahora cae en forma de fuerte tormenta, y yo... yo me veo en mitad de ella sin protección alguna. "No siempre nos ilumina la luz del sol, si no también los rayos de la tormenta"

Decisiones

Nacemos, con el paso del tiempo empezamos a aprender ciertas cosas imprescindibles y otras muchas que también son necesarias. Con el tiempo construimos nuestra forma de ser, que hace que actuemos de una manera diferente al resto. Según avanza el tiempo tenemos que cargar con ciertas responsabilidades que nos hacen aprender un poco más de la vida, seguido de experiencias buenas y otras que no lo son tanto.
Nos damos cuenta de que no todo en esta vida va a ser siempre color de rosa, que no todo va a ser fácil y que no siempre vamos a salir ganando. Se nos empiezan a aparecer problemas que no son como los de antes, en estos casos debemos tomar decisiones que no siempre son las acertadas, pero que son las que nosotros creemos adecuadas.
En esta vida debemos superar los obstáculos, disfrutar de los momentos buenos, enamorarnos y desenamorarnos, intentar disfrutar de cada día viviendo el presente, recordando las cosas buenas del pasado y pensando en el largo y próspero futuro que nos queda, y sobre todo... siendo felices y sinceros con uno mismo, porque para estar realmente bien, primero debemos estar bien con nosotros mismos.

Se que voy a hechar de menos muchas cosas que he perdido a consecuencia de mis decisiones, pero viviré con ello al igual que viviré con la perdida de cosas por culpa de decisiones ajenas.
A veces tenemos planeado todo, pero realmente no somos nosotros los que decidimos ser felices o no, son las decisiones del resto del mundo las que hacen que nuestro futuro este en constante movimiento.